Confianza en Dios

Alguien a quien aprecio mucho me ha dicho que Dios no existe, que es un invento del hombre, que los científicos han identificado el momento exacto en el que el Dios fue creado por los humanos. Debo decirte Señor que no soy una buena abogada. Lo he confirmado con creces, pero tampoco soy una cristiana de garaje, ni pertenezco a la milicia secreta de quienes te siguen, pero actúan como agentes encubiertos sin develar que viven contigo y por ti. Enséñame a defenderte, a debatir argumentos científicos, a hacerle el quite a la lógica y demostrar que estas aquí. 

Al final

Cuán pequeños son nuestros pensamientos delante de los tuyos. Y que ilusos somos cuando creemos tener la solución a nuestros problemas. Te decimos, Dios haz esto o haz aquello otro. Creemos, en nuestra mente humana, que sabemos lo que nos conviene, que tenemos claro lo que necesitamos. Sin embargo, tus caminos son diferentes a los nuestros. Siempre nos sorprendes. Actúas de una manera desconcertante, y no te detienes ante nuestro mar de porqués. A veces no te entendemos, bueno, por lo general no te entendemos, pero al final será mucho mejor lo que vendrá...

Creo, ayuda mi incredulidad

Cuántas veces te encuentras con Dios de frente, pero prefieres darte media vuelta y decir: ¡Imposible!, ¡Pura casualidad! ¿Cuántas veces le has llorado y suplicado por dirección?. Te ha pasado que cuando Él responde dudas y pides confirmaciones. Y luego más confirmaciones. Y por si acaso, una confirmación adicional. No se que se hace para confiar, pero quiero aprender, por eso te lo escribo, que es la mejor manera en que puedo hacerlo: Creo, ayuda mi incredulidad (Marcos 9:24).